viernes, 25 de febrero de 2011

Segundas oportunidades.


Quizás sí que existan las segundas oportunidades, ¿no? No solo hay que reír por la bobada de ese momento.Tú Piensa: Si no te empujan, no andas. Y a mí en algunos de estos casos, me han tirado al suelo para continuar, y de las heridas se aprende.
No se puede olvidar, está prohibido. Adminístralo, compara y juzga. Nadie se equivoca, sólo que escoge el camino equivocado . Porque no es fácil cambiar nuestra rutina semanal, y menos los viernes. No nos faltará la botella de negrita en la mano un sábado, la carrera sin tacones o el móvil por si él quiere llamar, la resaca del domingo, el grito desesperado cuando te levantas y " es lunes" y el suspiro alagador de los viernes. El estrés de los examenes de evaluación, ese enfado que te hace llorar junto con la carta que te obliga a pensar. Pero aún así, sabemos seguir, y podemos.
Se te revuelve el estómago con solo verlo en el chat, y algo en tí te hace teclear un “Hola, ¿qué tal?” , y en el momento de que lo has enviado te arrepientes. Y derrepente recuerdas, te vas al pasado , un “lo siento”, un “no quiero saber nada”, un “no podemos acabar así”, y por último “ Tienes razón, siempre fuiste mi apoyo”. Quiero disfrutar, vivir el sábado, bailar, reír, cantar, besar, abrazar. .
Perdón por la mala mirada, el mal gesto, la mala contestación, el rechazo al habla, al beso o al abrazo. Perdón por el mal día, por la ayuda no prestada, por el mal consejo y la mala reacción. Perdón por la mala cara, la palabra inadecuada o la intervención impropia. Nadie se queda exsento de esto. Pero sabemos seguir a pesar de los fallos, y podemos.
Millones de situaciones están en nuestra vida diaria, amigos, salidas nocturnas, relaciones, bebida y tabaco. Sólo que pasa el tiempo, las cosas siguen manteniéndose, quizás de otra manera, aun así, sabemos cómo seguir, y podemos hacerlo.

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